COORDINADOR: AGUSTÍN RUBIO ALCOVER
GUARDARROPÍA PÚTRIDA (O DE LA PERTINENCIA)
D. BLACK, Gregory, Hollywood censurado,
Madrid: Akal, 2012
Madrid: Akal, 2012
POR AARÓN RODRÍGUEZ SERRANO
GUARDARROPÍA PÚTRIDA (O DE LA PERTINENCIA)
Hollywood censurado no es, en
justicia, una novedad editorial. Fue publicado en castellano por la Cambridge
University Press allá por 1998 y contó con una reimpresión apenas un año
después. Del mismo modo, no hubiera estado de más advertir al lector –más allá
de una breve mención en la contraportada- que el libro forma un díptico con el
no menos meritorio La cruzada contra el
cine (1940-1975) (1), dato
capital que hubiera permitido comprender por qué demonios el autor finaliza
misteriosamente su periplo en 1939. Con lo que, por lo pronto, se impone una
breve matización: Hollywood censurado
acota única y exclusivamente un itinerario que comienza allá por 1907 con el
auge masivo de los Nickelodeon y
termina en el filo compuesto por Idiot´s Delight (Clarence Brown, 1939) y Las
uvas de la ira (The Grapes of Wrath,
John Ford, 1940). Del mismo modo, y para no llevarse a engaño, hay que subrayar
que los títulos originales de ambos libros son elocuentemente diferentes de los
de su edición española. En concreto, Hollywood
censurado se tituló Hollywood
censored: morality codes, catholies and the Movies. Por su parte, La cruzada contra el cine tenía por
título completo The Catholic Crusade Against the Movies. Dejamos al
afilado lector sacar sus propias conclusiones al respecto.
Dicho esto, la reedición del primer libro de D.
Black puede ser interpretada como un afortunado paso en esa doble estrategia
editorial puesta en marcha por Akal que combina la recuperación de textos
básicos (el John Ford de Gallager, la
Historia Mundial del cine de
Brunetta) con la propuesta de nuevas monografías nacionales. De hecho, su
pertinencia política y combativa no deja de ser tristemente urgente en estos
momentos en los que el cambio de gobierno ha propiciado el ya habitual
corrimiento de tierras cultural y el exilio de aquellos representantes non gratos para el Nuevo Orden, por no
hablar de –como ocurre con la traducción del libro que nos ocupa- ese habitual
aluvión de Neolengua que aparece y desaparece según sople el viento del capital.
Black comienza el libro citando al cardenal Roger Mahoney, en 1992, pidiendo el
control del sexo y la violencia mediante la recuperación de las viejas medidas
y los viejos códigos censores. Bien podría acercarse por nuestro país, veinte
años después, y contemplar cómo los usos y costumbres de ciertas ideologías
siguen siendo dolorosamente reincidentes.
Pero más allá de la pertinencia histórica que
asegura la necesidad del texto, la investigación de Black bien puede ser
considerada como la más rigurosa y exhaustiva que se ha publicado hasta la
fecha en su campo. Al contrario que una gran parte de las Historias del Cine
–que se limitan a mencionar un fantasmal “Código Hays” y a señalar
anecdóticamente sus puntos más descabellados-, el logro de Hollywood censurado es la minuciosa labor de depuración de
responsabilidades, explicación de los distintos contextos, exhumación de
artículos de prensa y clarificación de las jerarquías de los poderes políticos,
religiosos y cinematográficos. Hays no es retratado como ese pelele
ultraconservador y mojigato que muchas veces se ha dejado traslucir en las
lecturas apresuradas, sino como un estratega sibilino encargado de servir de
puente entre los grandes estudios y las figuras de alto rango religioso. Lo
mismo puede decirse de otros nombres de nefasto recuerdo como Joseph I. Breen,
el obispo John Cantwell, Daniel Lord o Martin Quigley. Es destacable que el
autor no pretende en ningún momento “humanizar” o generar ese tipo de “retratos
humanos” con los que una cierta historiografía de baratillo parece excusar o
reformular a los grandes canallas de un tiempo a esta parte. Al contrario,
blindado tras una (siempre discutible) objetividad, Black apila sus propias
declaraciones y ofrece una notable cantidad de referencias documentales que
sugieren sus encuentros y sus desencuentros, sus pérdidas y sus negociaciones. Hollywood censurado puede ser disfrutado,
en cierta medida, como una apasionante novela ensayística de aventuras en la
que dos bandos enfrentados a lo largo de un par de décadas despliegan extrañas
y sugerentes maniobras políticas para imponerse en el terreno de lo
cinematográfico. Black es capaz –y, vaya por delante, se nos antoja una tarea
titánica- de compaginar el rigor del historiador minucioso con la rapidez de
estilo y la concisión de un buen narrador que se limita a desplegar sus cartas
sobre el tapete, estreno tras estreno, polémica tras polémica, entrevista
privada tras entrevista privada.
En esta dirección, podemos afirmar que Hollywood censurado realmente es capaz
de aportar datos sólidos a esa extraña disciplina en peligro de extinción que
se ha venido llamando la Historia del Cine. Si somos capaces de mantenernos en
ese enfoque, podremos perdonar algunos de los fallos menores de la propuesta.
Black no es un analista ni está interesado en entrar con cierta profundidad en
las películas censuradas. Las descripciones de los argumentos de Scarface: El terror del hampa (Scarface, Howard Hawks y Richard Rosson,
1932) o No soy ningún ángel (I´m no Angel, Wesley Ruggles, 1932) no
pasan de ser herramientas efímeras al servicio de la explicación histórica. Del
mismo modo, se hubiera agradecido una descripción más pormenorizada de los
mecanismos políticos/económicos que se establecieron entre los fascismos
europeos en sus primeros años y la presión que ejercieron sobre los estudios de
Hollywood en torno a la distribución internacional.
Por
lo demás, Hollywood censurado
funciona como un reloj y ofrece una exquisita ración de crítica histórica e
ideológica, un inventario de esa guardarropía apolillada y rancia en la que un
puñado de comprometidos hombres decidieron que, simplemente, sabían aquello que era moralmente bueno
mostrar, sin dudas, sin anestesia, sin remordimiento. Después de todo, como
decía antes, en España bien sabemos cómo funciona este viejo truco de magia.
Llevamos practicándolo durante décadas con gran éxito de crítica y público.
1. D. BLACK, Gregory, La cruzada contra el cine (1940-1975), Madrid, Editorial Akal, 2003.