Botonera

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31.7.14

BÉLA TARR - JACQUES RANCIÈRE - SHANGRILA







No es aventurado pensar que una de las razones por las que Rancière se siente atraido por el cine de Béla Tarr es la siguiente:

El personaje típico de Béla Tarr es (…) el hombre en la ventana, el hombre que contempla cómo las cosas vienen hacia él. Y contemplarlas es dejarse invadir por ellas, sustraerse al circuito habitual que convierte los estímulos del exterior en una incitación al acto.

Béla Tarr, el tiempo del después, 2013








Y se siente atraido porque ese personaje tan característico del cine de Tarr, cuestiona una de sus tesis más distinguidas: la del espectador emancipado. Rancière acude a Tarr de manera honesta, esto es, huyendo del sesgo de confirmación y apostando por la falsabilidad de su propia teoría.

La emancipación  (…) comienza cuando se cuestiona de nuevo la oposición entre mirar y actuar. Cuando se comprende que mirar es también una acción que confirma o que transforma esa distribución de las posiciones.

El espectador emancipado, 2008










Teniendo en cuenta las diferencias entre los dos tipos de espectadores a los que se refiere Rancière, el real de El espectador emancipado y el de ficción de El tiempo del después, el encuentro del pensador francés con el cineasta húngaro nos devuelve un conflicto siempre vigente y hermoso entre dos tipos de miradas.




Revista Shangrila 17

Contracampo libros 4