Botonera

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5.5.15

XXV. "PIER PAOLO PASOLINI. UNA DESESPERADA VITALIDAD", Revista Shangrila nº 23-24, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2015.




PORCILE.
LA ENFERMEDAD, EL VACÍO, LA SUTURA
Fernando González García





Porcile, Pier Paolo Pasolini, 1969

En una entrevista publicada en Le Monde en 1969, Pasolini manifestaba que en Pocilga (Porcile, Pier Paolo Pasolini, 1969) había conseguido sacralizar también el lenguaje:

La matriz auténticamente poética de Porcile hoy está ya finalmente reconocida y asimilada. Resulta fácil descubrir el estrecho lazo entre los versos de la tragedia homónima y el texto del guión. Ejemplos de una “sacralidad” de la palabra que se revela incluso en un simple montaje alternado. Y esto prescindiendo de las imágenes que, en la película, reconducen la naturaleza diversa de los textos hacia un “cine de poesía” tan libre como riguroso.

El intento de explicar qué es lo que hace de Pocilga un filme de poesía es lo que guía el presente texto.

Pocilga es una película que entrelaza dos historias distintas mediante un montaje alternado. Cada una de ellas tiene un origen, una concepción y una producción diferentes, por lo que Betti y Gulinucci, siguiendo al propio Pasolini, no dudan en denominarlas con el nombre de episodios. El episodio I sería el que desarrolla la historia de un caníbal del Etna, en un momento indeterminado entre los siglos XVI y XVII, y el episodio II el extraído de la tragedia en verso titulada Pocilga. El título provisional del primero fue Orgia: producido por Gianni Barcelloni Corte, iba a formar parte de una película en dos episodios junto con Simón del desierto (Luis Buñuel, 1965), cuya corta duración no la hacía apta para su distribución en solitario en Italia. Se rodó en el Etna y en Catania, en noviembre de 1968. El productor del segundo episodio fue Gian Vittorio Baldi, y fue rodado en su mayor parte en una villa del Véneto en febrero de 1969. Finalmente, en los títulos de cabecera de la película, Baldi aparece como productor y Barcelloni como productor asociado.

La película, pues, entreteje dos argumentos pensados de manera independiente, aunque es probable que con la entrada en liza de Gian Vittorio Baldi, dándole a Pasolini la posibilidad de hacer una película de un modo completamente libre, se reactive aquel proyecto en espera y se produzca esa “fulguración formal” que lleva a rodar cada episodio “en función del otro”, la idea formal “que ha inspirado el filme”, que consistía en hacer alternar un episodio mudo y metahistórico y un episodio hablado e histórico. De hecho, mientras se está rodando el episodio del Etna, producido por Barcelloni, Baldi ya ha fracasado en su intento de que Orson Welles participe en el episodio basado en la tragedia en verso, y Pasolini está intentando que lo sustituya Jacques Tati.

En la entrevista para Le Monde, citada anteriormente, Pasolini habla del contenido político de Pocilga:

El contenido político EXPLÍCITO del filme tiene como objeto, como situación histórica, Alemania. Pero la película no habla de Alemania, sino más bien de la ambigua relación entre el viejo y el nuevo capitalismo. Alemania ha sido elegida como caso límite.
El contenido implícito del filme es una desesperada desconfianza en todas las sociedades históricas. Así pues, anarquía apocalíptica. (...)




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