Grizzly Man (2005)
Nacido en la Costa Este (Long Island, 1957), Timothy Treadwell viajó a California con el propósito de cumplir el sueño americano como actor en la meca del cine, pero una personalidad proclive a la aflicción y diversas decepciones laborales le precipitaron en el abismo del alcohol y las drogas (su padre sostiene que “cayó en picado” al quedar segundo tras Woody Harrelson para el papel de camarero en el casting de la serie Cheers). El joven descarriado viajó a Alaska en busca de nuevos horizontes y allí, en el fastuoso McNeil River State Game Sanctuary, avistó por primera vez osos grizzly en su elemento. Estamos en 1989 y este avistamiento supuso la caída del caballo para Treadwell, quien desde ese catártico instante decide consagrar su vida a la protección de los plantígrados y su hábitat, ferviente misión que, amén de permitirle superar las drogas (la expresión paulina también sirve en estos términos), dio en lo sucesivo un sentido pleno y gozoso a su existencia.
Aventurero y ecologista autodidacta, Treadwell estableció su teatro de operaciones en el Parque y Reserva Nacional de Katmai, en Alaska, donde a partir de 1992 pasó los veranos instalado en una tienda de campaña viviendo junto a los osos y demás fauna del entorno durante la época en las que los grizzly se acercan al río en busca de salmones. Tras una década testimoniando sus experiencias en fotografías y diarios escritos, desde 1999 hasta que murió, junto a su novia Amie Huguenard, devorado por un oso en octubre de 2003, empleó una cámara de video Minolta para inmortalizar sus correrías estivales en Katmai. El sangriento deceso fue noticia de alcance nacional no tanto por la dramaturgia gore del incidente (encontraron parte de su anatomía –hasta llenar cuatro bolsas de basura– en el estómago del oso asesino y fragmentos del resto, incluido su brazo derecho con el reloj, desperdigados por las inmediaciones), cuanto porque Treadwell se había convertido en un personaje de cierta notoriedad a causa de su organización ecologista Grizzly People y su incansable apostolado en favor de los plantígrados que, amén de a púlpitos catódicos prominentes (sus apariciones en Discovery Channel o en el Talk Show de David Letterman dan fe de una alta exposición mediática), le condujo a innumerables centros educativos donde intentó concienciar a la infancia estadounidenses acerca del peligro que acechaba a sus idolatrados osos (...)
La Naturaleza no indiferente:
Grizzly Man (2005)
Grizzly Man (2005)
Imanol Zumalde
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