Ulises y Calipso, Arnold Böclin, 1883
El Señor de los Anillos, Peter Jackson, 2001-2003
(...) Sabemos que Ulises es la invención de un poeta y no estamos dispuestos a creer que las sirenas, los abismos de Caribdis y Escila y la maga Circe hayan existido realmente. Además, esta historia está contada en verso, en una lengua que devino oscura y exige la glosa. Lo que no nos impide referirnos a ese viaje y a ese viajero como a un personaje, a acontecimientos, a lugares, a su encadenamiento sucesivo y consecuente. Cuando Ulises mata a los aspirantes al trono, cuando su viejo perro lo recuerda, cuando se hace atar al mástil de su nave donde hace estallar el ojo del Cíclope, ni la lengua obsoleta, ni la inverosimilitud de las situaciones, ni lo arbitrario del relato, ni las intervenciones del narrador bloquean nuestra adhesión: en un cierto sentido y durante cierto tiempo, por más breve que sea, la consideramos una historia verdadera. La Odisea no es muy diferente, desde este ángulo, de numerosas sagas heroicas del S. XX, y nuestra relación con los caballeros Jedi o la Comunidad del Anillo no difiere mucho de nuestra relación con Circe, Calipso o Penélope (...)
Consideraciones actuales sobre el estado del cine
Jacques Aumont