Botonera

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17.5.16

VII. "LÍMITES DE LA FICCIÓN. CONSIDERACIONES ACTUALES SOBRE EL ESTADO DEL CINE", JACQUES AUMONT, Contracampo libros, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2016




 Inception, Christopher Nolan, 2010


Passion, Brian De Palma, 2012


Quizá lo visual es el enemigo de la ficción, pero como mínimo hay muchas maneras de concebirlo y, sobre todo, muchas maneras de mantenerse en la frontera donde la ficción y lo visual viven su vida, en un equilibrio que presentimos siempre próximo a la oscilación, de un lado o del otro (francamente ficción, o francamente opsis). Encontramos la misma ambigüedad en los filmes industriales, pero no tiene ese carácter productivo que reside en el oxímoron voluntario en el que se sostienen las obras que acabo de citar. En sagas para adolescentes como Men in Black, tengo poca sensación de ficción en el verdadero sentido (una organización inteligente del mundo bajo uno de sus aspectos), porque me bombardean con sensaciones que no están vinculadas con nada del mundo (con nada posible); diría casi lo mismo de ciertos filmes que pasan por filmes de autor, como Inception (2010), de Christopher Nolan (para no hablar de sus Batman), o Passion, de De Palma (2013). No es una cuestión de calidad, algunos de estos filmes son logrados, y a veces incluso el exceso visual es lo que los torna valiosos; pero me proponen mundos tan improbables (a menudo a partir de escenarios del sueño o la memoria, pero reificados) que la acumulación de sensaciones se transforma en el motivo más potente de mi relación con la pantalla. Puedo empeñarme en seguir las circunvoluciones de sus relatos meándricos, pero me será infinitamente más fácil abandonarme a la avalancha de “acciones” (por desgracia, estereotipadas). La ficción, por lo tanto, está realmente puesta en peligro –y, como Daney y por las mismas razones, agregaría: para poca cosa.

Consideraciones actuales sobre el estado del cine
Jacques Aumont