El punto de inflexión que, contra el escepticismo inicial, el cine supuso para la cultura, puesto que recogió e impulsó las corrientes del arte y la literatura y creó nuevas variaciones de las mismas, reside ahora en formas tan sugestivas como las del documental interactivo o inmersivo, así como en todo el conjunto de imágenes y ambientes visuales que crean las nuevas tecnologías de la realidad virtual o la realidad aumentada. Se trata de imágenes habitables que, siguiendo la trayectoria iniciada por las instalaciones artísticas o los nuevos espacios museísticos, ponen las bases de lo que podría denominarse un pensamiento esférico todavía por explorar.