Botonera

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11.4.18

VI. "MELANCOLÍA" - LA DROGA DE LA TRISTEZA. LOS CAMINOS DE MICHALANGELO ANTONIONI Y JIM JARMUSCH


Michelangelo Antonioni, El desierto rojo, 1964



Recuérdame siempre
Yo soy tu proveedora de droga
Osvaldo Lamborghini,
Canción de la madre Hogarth


Un fantasma recorre el mundo desde la caída del muro de Berlín: el de la depresión, epidemia del S. XXI, que como un virus se extiende por el paisaje globalizado empujando cada día a más personas a la baja laboral, el consumo de drogas sin esperanza de iluminación o el suicidio tanto logrado como fallido. En todo el mundo, en paz injusta o guerra non sancta, se vive bajo el acecho de este abismo cuyo dominio crece con la devastación del planeta, amenazante agujero negro devorador de vidas y conciencias. El infierno tan temido de los que ya no creen en el infierno, pero sí en la imposibilidad de redención. ¿Es depresión otro nombre para melancolía? A diferencia del diagnóstico clínico, que señala un mal a erradicar, la palabra que rima con sabiduría implica un valor antiguamente reconocido, por más que se alertase al espíritu profundo capaz de sumirse en tal estado sobre los peligros de la acedia o acidia, pecado capital de pereza inducida por el hábito de una tristeza tan honda como para disminuir definitivamente, según Spinoza, la potencia de obrar. “Me da miedo quedarme mirando el mar, porque después de un tiempo ya no me importa nada de lo que pasa en tierra”, decía Monica Vitti en Il deserto rosso (El desierto rojo, Michelangelo Antonioni, 1964). Ubicada la cámara en ese margen, todo depende de cuándo cortar [...]


La droga de la tristeza.
Los caminos de Michelangelo Antonioni y Jim Jarmusch
Ricardo Baduell