Botonera

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10.5.19

IV. "CARRETERA PERDIDA. PASEOS CON DAVID LYNCH", Roberto Amaba (coord.), Shangrila 2019




ENTRE LOS JIRONES DEL TIEMPO PERFECTO:
EL ESPACIO COMO ARQUEOLOGÍA
DEL TRAUMA EN CARRETERA PERDIDA

Gabriel Cabello


Carretera perdida  (Figura 3)



[...] en Carretera perdida (Lost highway, 1997) el drama de una pareja se desarrolla en un espacio minimalista. Y se trata, igualmente, de una película donde el protagonista es un sujeto que deambula  (lo que queda marcado por la imposibilidad de seguir las líneas discontinuas de la carretera “perdida”) sin avanzar en ninguna dirección concreta (como se manifiesta en el retorno al mismo punto, pero en posición invertida, de Fred Madison al final de la película), y donde el espectador es implicado mediante una serie de suturas a través de las cuales las consecuencias de una trama, cuyo final nos devuelve al comienzo, es experimentada por medio de un contacto hipersensorial. No solamente recursos como la implosión de la cabaña del desierto (figura 3) o el plano subjetivo del viaje por la lost highway (figura 4), mediante el que somos identificados con un personaje que apenas posee consistencia más que para decir “yo estoy perdido” (7), remiten a esta inmovilidad de un sujeto en exceso frágil cuya historia, o mejor dicho ausencia de historia, es imposible de captar merced a una narración convencional. Sino que las intensidades lumínicas y los fundidos que dejan emerger las texturas de los objetos, como por ejemplo en la emergencia de formas cárnicas y viscosas que remiten a una apertura vaginal durante la transformación de Fred Madison en Pete Dayton (figura 5), implican al espectador en la película de un modo metonímico, mediante operaciones de sustitución que son en sí mismas más relevantes que los términos sustituidos (8), y donde la incapacidad de Fred para construir un paisaje habitable (el cual ha de implicar un entramado a la vez espacial y temporal, como el propio término “hábito” indica) es reenviada al espectador ubicado en el espacio real.


7. Véase CABELLO, Gabriel, La vida sin nombre. La lógica del espectáculo según David Lynch, Madrid: Biblioteca Nueva, 2005, pp.106-107 y pp.202 y ss.

8. ASTIC, Guy, Le Purgatoire des sens. Lost highway de David Lynch, Paris: Dreamland, 2000, pp.13 y ss.



Carretera perdida  (Figuras 4 y 5)


Richard Martin ha insistido en la relación que la casa de Fred Madison, epicentro del drama de la pareja, mantiene con los espacios minimalistas carentes de huella y de aura, donde la emergencia de la memoria no encuentra  un lugar propicio que no sea el del trauma.

La arquitectura, ha dicho David Lynch, es un “instrumento de grabación”. A lo largo de su obra, los espacios domésticos registran las acciones de sus habitantes. En Carretera perdida, exactamente del mismo modo en que Fred desconfía de la habilidad de la videocámara para documentar satisfactoriamente los eventos, su casa emite una clara sospecha de los objetos domésticos. A diferencia de Merrick y su creciente colección de memorabilia victorianos, la casa de Madison intenta evitar toda posibilidad de recuerdo. En esta casa, el drama se asienta sobre un ostentoso rechazo de la decoración que Merrick había abrazado. Sin embargo, como explica Nieland, Lynch entiende “el minimalismo vanguardista y el minimalismo kitsch como siempre dialécticamente entrelazados”. Así, los objetos en la casa de los Madison son “teatrales en virtud de su minimalismo mismo”. (9)


9. MARTIN, Richard, The architecture of David Lynch, Nueva York y Londres: Bloomsbury, 2014, p.98. [La traducción es mía]


Tal ausencia de elementos capaces de abrir paso a la emergencia del recuerdo, convierte al espacio doméstico en ajeno, en un espacio desfamiliarizado. Lo transforma en un mundo cuya naturaleza íntima solo puede ser recuperada, como se sugiere de hecho mediante el cuadro sobre el sofá que anticipa el cuerpo descuartizado de Renee (figura 6), a través del shock. Como un fondo siniestro que es reprimido en superficie justamente por el hecho de ser “demasiado familiar”. (10) David Lynch ha sugerido que el tema central de la película es el tiempo. Pero entonces la pregunta surge de inmediato: ¿cuál es el vínculo existente entre la implosión narrativa que la película despliega y este espacio sin aura en que acontece el asesinato de Renee? O dicho de otro modo, ¿hasta qué punto Carretera perdida es, como lo será más tarde Gerry, una puesta en escena del rechazo minimalista de los principios de la representación moderna? [...]

10. VIDLER, Anthon, The achitectural uncanny. Essays in the modern unhomely, Cambridge: MIT, 1992, p.9.

Carretera perdida  (Figura 6)