Botonera

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21.5.19

X. "CARRETERA PERDIDA. PASEOS CON DAVID LYNCH", Roberto Amaba (coord.), Shangrila 2019




 SEXO INFERNAL, SEXO LUNAR

Cristina Álvarez López


Carretera perdida



Las dos escenas de Carretera perdida (Lost highway, 1997) que analizaré en este artículo, son un ejemplo supremo de la investigación plástica de David Lynch en relación al sexo. ¿Cómo filmar el acto sexual? ¿Cómo abordar los impulsos, emociones y sensaciones que dicho acto implica? ¿Cómo mostrar los cuerpos, los gestos y los movimientos? ¿Cómo materializar las huellas que esta experiencia inscribe en la psique?

Estas dos escenas no solo dan respuesta a estas cuestiones, sino que se erigen en modelos privilegiados del trabajo de Lynch con lo que aquí llamaré jugadas. (1) En relación al sexo, el propio Lynch se ha expresado utilizando una idea que connota gradación, un movimiento escalonado entre dos puntos: “El sexo (…) tiene todos esos niveles distintos: de la lujuria, del sexo aterrador, violento, a esa cosa genuinamente espiritual en el otro extremo”. (2) Se suele describir a Lynch como un gran creador de atmósferas. Sin embargo, lo verdaderamente asombroso de su faceta como director es su capacidad para transformar y desplazar esas atmósferas de momento a momento, frecuentemente en el curso de una sola escena, a partir de un control preciso de los detalles más minúsculos. Lynch entiende la escena como una masa dinámica y heterogénea que debe ser moldeada y modulada a partir de una serie de jugadas, a veces pequeñas pero siempre decisivas. Cada una de estas jugadas implica una modificación de un conjunto de parámetros formales; una variación en las elecciones de encuadre, puesta en escena y montaje; una alteración de las texturas visuales y sonoras. 

1. ÁLVAREZ LÓPEZ, Cristina; MARTIN, Adrian, “Las jugadas: Precisas secuencias de emoción” en Transit. Cine y otros desvíos, octubre, 2013.  <http://cinentransit.com/las–jugadas–intro/> [Última consulta: 13-10-2018]


2. Entrevista de David Breskin a David Lynch en Rolling Stone, nº 586, septiembre, 1990. Transcripción en la red: <http://davidbreskin.com/magazines/1–interviews/david–lynch–2/> [Última consulta: 13-10-2018] [La traducción es mía].


La primera de estas escenas, que tiene lugar durante los minutos iniciales del filme, está protagonizada por Fred Madison (Bill Pullman) y su esposa Renee (Patricia Arquette). La segunda, que sucede cerca del desenlace, convoca a otra pareja: Pete Dayton (Balthazar Getty) y Alice Wakefield (de nuevo Arquette). Al comparar ambas escenas podemos establecer toda una serie de relaciones de similitud y divergencia, de reflejo e inversión, que se extienden a la totalidad del filme. En la tercera parte de este texto exploraré dichas relaciones tomando como núcleo el concepto de repetición, trazando un vínculo entre su manera de operar y el funcionamiento de las jugadas [...]