Botonera

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12.2.20

V. "VÍCTOR ERICE Y LA MÚSICA. LA BÚSQUEDA DE LA REVELACIÓN", José Ángel Lázaro López, Shangrila 2020






El espíritu de la colmena



[...] Ana María Sedeño nos recuerda que la música contemporánea se ha relacionado con frecuencia en el discurso fílmico con la función de describir estados psíquicos inestables, crisis de identidad o conflictos sociales. Llama la atención la autora sobre “cómo, a pesar de su aura de dificultad y de alejamiento del espectador y consumidor musical medio, la música contemporánea para cine también ha creado sus clisés y estereotipos, quedando encasillada en su asociación y recreación del suspense, la anormalidad y todo lo relacionado con la ciencia ficción y lo extraterrestre”. (203) En el arranque de Los desafíos la partitura original de Luis de Pablo parece trabajar en esa dirección, pero no desde la psicología de los personajes, sino con esa función de recreación de ambientes de anormalidad, o directamente extraterrestres –“Estamos en la luna” afirma uno de los personajes–. Sin embargo, ambos autores –Erice y De Pablo– van a evolucionar notoriamente en su colaboración de cara a la siguiente película –El espíritu de la colmena–, en la que trabajarán sobre un estilo musical similar, pero desde una perspectiva notablemente diferente a las coordenadas del clisé apuntadas por Ana María Sedeño, y cuya viabilidad radica en la imbricación entre la propuesta narrativa y escénica desde un modelo de relato basado en el mito, y sobre el que profundizaremos más adelante en este trabajo.

203. SEDEÑO Valdellós, Ana María, La música contemporánea en el cine, Málaga: Universidad de Málaga, 2005, p.42.

Pasarán sin embargo aún cinco años hasta que Erice, de nuevo de la mano de Querejeta, afronte el que constituirá su primer proyecto personal como director profesional en formato de largometraje de ficción. Efectivamente, el 12 de febrero de 1973 comienza a rodarse en el municipio segoviano de Hoyuelos El espíritu de la colmena. Luis de Pablo se encarga de la partitura musical, en la que se combinan músicas originales con la adaptación y variaciones, por encargo del director, de temas infantiles populares. Como apunte fundamental para pensar cómo funciona la música en esta película hemos de traer a colación el comentario de Dominique Russell en su ensayo Silences. Víctor Erice´s use of sound, que resume perfectamente, a través de la aparente contradicción de dos datos –cualitativo y cuantitativo–, la especificidad del estilo que, a partir de esta película, va a imprimir Erice a su cine desde nuestra óptica de la música: “Aunque 'El espíritu…'" es casi opresivamente silenciosa, tiene más música extradiegética que el resto de las películas de Erice” (204), si bien “esta música no borra el penetrante sentimiento de pesado silencio”. (205) Este filme es el que más minutos de música tiene en su banda de sonido de entre todos los del director –veinticuatro minutos de música– y, como sucede con el resto, deja en el espectador –y a la vista está que también en los estudiosos– la sensación de tener mucha menos música de la que en realidad tiene. Analiza Russell que en El espíritu de la colmena la partitura de Luis de Pablo funciona dentro de la lógica de leit motives para los diferentes personajes y situaciones, y que por un lado, los temas más ligeros (como el de la llegada al colegio) son breves; y por otro, los más persistentes (como los ligados a Ana) están llenos de suspensiones y ritmos irregulares que forman parte del intento experimental (afín a Luís de Pablo) por incluir silencio a la pieza musical. (206) Como vemos, la autora toma el paradójico efecto logrado por la banda de sonido del filme como un experimento del compositor. El resto de la filmografía de Erice demuestra que la estrategia o el estilema van mucho más allá de esta película, al conformarse el silencio como un rasgo apreciable y de peso en una obra fílmica donde la música siempre está presente en los momentos fundamentales, incluso bajo títulos tan elocuentes como el de Música callada, de Federico Mompou, utilizada por el director para La Morte Rouge en 2006 [...]

204. “Though The spirit of the Beehive is almost oppressively silent, it contains more extradiegetic music tan the rest of Erice´s films”. EHRLICH, Linda C., op. cit., p.251.
205. “Yet this music does not obliterate the pervasive feeling of heavy silence”. Ibíd.
206. Ibíd.