Botonera

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4.12.20

XI. "FACTICIDAD Y FICCIÓN. CINCO SECUENCIAS FOTOGRÁFICAS DE PERPETRACIÓN DE LA SHOAH", Anacleto Ferrer, Valencia: Shangrila 2020




8. SECUENCIA QUINTA:
"CAMARADIZANDO"


United States Holocaust Memorial Museum Nº 42782



De «camada», camarada:
compañero de una misma camada…

Alejo Carpentier


El Álbum de Höcker

En enero de 2007, el United States Holocaust Memorial Museum (USHMM) de Washington recibió una singular donación: un álbum completo con imágenes de Auschwitz. Hasta entonces solo se conocía el de Lili Jacob. El nuevo álbum había estado sesenta años en el sótano de la casa de un teniente coronel retirado y ex miembro del Counter Intelligence Corps estadounidense (CIC), que en diciembre de 2006 se lo ofreció al USHMM. Como parte de sus tareas en tanto que agencia de inteligencia militar, el CIC había llevado a cabo investigaciones sobre perpetradores nazis para los fiscales de los Estados Unidos en la oficina del Fiscal General Militar después de la Segunda Guerra Mundial. Mientras estaba prestando servicio en Alemania, este oficial −que prefirió en todo momento permanecer en el anonimato− había encontrado el álbum fotográfico en un apartamento abandonado de Fráncfort, en junio de 1945, y se lo había llevado a su casa. En noviembre de 2007, el museo presentó públicamente el álbum. El hombre que lo había conservado tantos años había muerto hacía unos meses. 

Aunque el nombre del propietario original no aparece en ninguna parte, la foto y la inscripción de la primera página (Mit dem Kommandanten SS-Stu[rm]ba[nn]f[ührer]. Baer / Auschwitz 21.6.1944) indican que casi con total certeza el álbum fue confeccionado por el SS-Obersturmführer Karl-Friedrich Höcker. 

Höcker está en casi todas sus páginas, pero raramente ocupa un lugar de relevancia en los documentos de Historia. Sin embargo, fue el adjunto del comandante de Auschwitz, el SS-Sturmbannführer Richard Baer, desde mayo de 1944 hasta la evacuación del campo en enero de 1945, los meses en los que tuvo lugar la acelerada deportación y el masivo exterminio de judíos húngaros. Pero ¿quién era ese tipo cordial y agasajador que aparece sonriendo en tantas fotos y cómo llegó hasta aquella fábrica de muerte? 

Nacido en Engershausen, en Renania del Norte-Westfalia, en diciembre de 1911, Karl-Friedrich Höcker era el menor de seis hijos. Su padre, un obrero de la construcción, murió en acción en la Primera Guerra Mundial, y su madre luchó para mantener a flote su familia. Höcker, que trabajaba de cajero de un banco en Lübbecke, se alistó en las SS en 1933 y se afilió al partido nazi en 1937. Se casó ese mismo año, tuvo una hija en 1939 y un hijo en 1944. Al estallar la guerra, fue asignado como adjunto al comandante del campo de concentración de Neuengamme, en Hamburgo, Martin Weiss. En 1943 fue transferido nuevamente como ayudante de Weiss al campo de Lublin-Majdanek, cerca de la frontera con Ucrania, que como Auschwitz combinaba el trabajo esclavo con el exterminio directo. (34) Finalmente, en 1944 fue nombrado adjunto de Baer –al que había conocido por intermediación de Weiss en Neuengamme– en Auschwitz, donde ambos permanecieron hasta su evacuación a Dora-Mittelbau, Lager que administraron hasta la llegada de los Aliados. 

34. En el otoño de 1943, Himmler ordenó el asesinato masivo a gran escala de los trabajadores forzosos judíos en las regiones orientales del Gobierno General de los territorios polacos ocupados. «Majdanek se erigió en el centro de la matanza. Bajo el idílico nombre en clave de Operación Fiesta de la Vendimia, alrededor de 18.000 judíos fueron asesinados en ese campo el 3 de noviembre de 1943». Ese día «se asesinó a más prisioneros en Majdanek que en cualquier otro día en cualquier otro campo de concentración, incluido Auschwitz. La masacre marcó asimismo el final de Majdanek como campo del Holocausto» (Wachsmann 2015: 373-374).



United States Holocaust Memorial Museum Nº 42783



¿Cuál es la peculiaridad de este álbum, lo que lo convierte en un documento tan interesante para los investigadores y estudiosos de la Shoah? Que en las 116 fotos que lo componen no vemos transportes, selecciones, confiscaciones de bienes, famélicos prisioneros ni cadáveres agavillados, sino al personal del campo durante su tiempo de solaz; a una comunidad de hombres y mujeres ostensiblemente felices unidos por la camaradería [...] 





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