Botonera

--------------------------------------------------------------

29.3.23

RESEÑA DE "PÁJAROS", REVISTA SHANGRILA Nº 41, Pasión Rivière (coord.), Valencia: Shangrila, 2022



Reseña de Pájaros. Revista Shangrila nº. 41, Pasión Rivière (coord.),
en Kaos en la red. Por Iñaki Urdanibia





Pájaros en la cabeza y en la página

Esos seres voladores, aves, pueblan los cielos, a la vez que en diferentes acepciones sirven para insultar, al considerarse, entre otros usos, que su proliferación en las mentes no hacen sino servir para diversas, y alocadas, ensoñaciones que a nada conducen, al desbordar los límites de la razón. Los pájaros han dado para mucho, además de para nutrir el refranero, a diferentes cabezas creadoras, así han posado su vuelo en páginas, en músicas y pinturas, en coloridas metáforas, analogías y alegorías, todas ellas voladoras; a la vez que han entregado sus plumas a los humanos para que de ellas se sirvan y creen sus signos, significantes respondiendo a sus significados… carroñeros, palomas de la paz, cantarines ruiseñores, que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas que poetizaba Miguel Hernández, vencejos, jilgueros, tarines y canarios, familiares petirrojos, gorriones, gaviotas costeras y no tanto, pájaros de mal agüero y de bueno, golondrinas que anuncian nuevas estaciones, etc., etc., etc. El deseo de volar, que se lo pregunten a Ícaro o al mismo Leonardo da Vinci, parece ser una constante en el pensar y crear de los humanos…el deseo de devenir ave, siendo capaces de ver con mirada de águila, desde lo alto, propio del espíritu del hombre libre del que hablase Nietzsche en su Zaratrusta.

Tengo en mis manos un volumen de una exquisitez, habitual en las publicaciones de la valenciana Shangrila, destacable que encierra muchos vuelos, acompañados de cuidadas imágenes, en las que el sujeto viene nombrado desde el propio título de la obra colectiva, una quincena de autores, coordinados por Pasión Rivière: «Pájaros».

Diferentes pájaros e inspiraciones que han provocado en escritores, poetas, pensadores, músicos y pintores, amén de convertirse en objeto de los especialistas en dichos menesteres, los ornitólogos que observan su vuelo, estudian sus cantos y sus comportamientos. Estos últimos, los científicos observadores, no tienen cabida en las satinadas páginas del volumen que son tomadas por poetas y escritores (Aristófanes, Henri David Thoreau, José Ángel Valente, Julio Cortázar, Wallace Stevens, Paul Valéry, Edgar Allan Poe, y sus analistas; Robert Lowell, John Keats, José Bergamín, Juan Ramón Jiménez,…), pensadores (Emmanuel Lévinas, Edmond Jabès, Gilles Deleuze y Félix Guattari, Bruno Schulz…), músicos (John Cage y Olivier Messiaen, en especial), y las ilustraciones de pintores y fotógrafos (desde la genial ala de Durero a las tomas de los imposibles vuelos, en su multiplicidad milagrosamente ordenada, de los estorninos retratados por Soren Sokaer) que muestran el color y las singularidad de algunos vuelos, de algunas tierras y mares, y algunos que acompañan las figuras de diferentes personajes como Francisco de Asís, o de Buster Keaton. No faltan las alusiones a distintas, y distantes, leyendas y mitos en que ellos, los alados, juegan el papel protagonista, que van desde los Andes hasta Persia.

Y las líneas de las voladoras páginas, cual los alambres o ramas, sirven para las evoluciones de los pájaros que cual palabras anidan en los pentagramas, la prosa y en los versos: «Ahora escribo pájaros. / No los veo venir, no los elijo,/ de golpe están ahí, son esto, / una bandada de palabras / posándose / una / a / una / en los alambres de la página» que poetizaba Julio Cortázar.

Las páginas no son una jaula en la que los pájaros queden atrapados en la falta de libertad sino que, al contrario, es una jaula abierta que sirve para impulsar sus vuelos, un lugar en el que reposan la diversidad de ellos… en el lenguaje que sirve de réplica a sus trinos; no se cortan sus alas sino que su aleteo les es facilitado, ajeno al pesimismo de Alejandra Pizarnik que veía la jaula convertida en pájaro… y, ajenos a la voraz cazuela, sirven de modelo de libertad y de respeto a ellos y a la naturaleza toda, con tonalidades de inspiración ecologista.

Imposible me resulta dar cuenta de los variados vuelos que se presentan en sus evoluciones, en un movimiento y desplazamiento continuos…. que nos llevan a planear por distintos parajes de la cultura como queda dicho… evitando los pasitos de paloma, y su mirada, lateral -como si sólo un ojo tuviese- según Patrick Süskind, aunque tal es la visión de los animales humanos no la del animal.

No hace falta ni decir, tras todo lo dicho, que este hermoso vuelo no es apto para quienes adopten el más pájaro en mano que ciento volando, que podría traducirse en un al pan, pan y al vino, vino, ya que aquí los vuelos son de altura y las derivas conservan la sutileza y sagacidad propia de las miradas creativas e imaginativas, que impulsan otros vuelos por el poliédrico mapa del arte y la literatura… «cielo abierto de pájaros brillantes y azules… una bóveda de sol festivo».


Leer