Botonera

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24.11.23

II. "BREVE TRATADO PARA UNA REFORMA DE LA FICCIÓN", R. Ballester Añón, Valencia: Shangrila, 2023


1.

VESTIGIO

[Fragmento inicial]


Antoine d'Agata


1.1. VEERLE. ETOPEYA Y ACCIONES

Pesa unos setenta y tres kilos. Mide uno setenta. Tiene el pelo moreno. Edad, cuarenta cuatro años. Piel blanca aunque algo tostada por el sol. Rostro de facciones regulares. De interés especial, sus ojos marrones, a la vez enérgicos y obsecuentes.

Manos robustas. Pechos y piernas ligeramente gruesos.

Modo de vestir neutro. No llama especialmente la atención, tiende a pasar desapercibida.

Voz clara, de sólidas texturas que recuerdan el crepitar de la leña que arde, y capacidad de modular registros adecuados cuando lo requiere.

Padre afectuoso e irresponsable. La madre adoptiva –la biológica falleció cuando ella tenia seis años– pertenece a una rama ilustre del patriciado de la ciudad.

Su modo de comportarse, respetuoso y resolutivo.

Acepta el dominio jerárquico con devoción y dignidad.

Correo: yo (de quien nada sabes) sé demasiado de ti. Actitud imprudente.

Ignoras si soy un perturbado de impecables modales, e ignoro si eres dama diabólica que lleva al extravío moral a un espíritu apasionado.

En la farola que hay a la entrada de Café Atergo –ambiente informal, revistas de arte y literatura avant-garde que Veerle frecuenta– inscribo mis iniciales.

Cumplida mi indicación: ha ido a leer lo escrito. Sencilla felicidad. Día memorable.

Convenida cita en un bar. No está a la hora acordada. El bar cerrado. Doy una vuelta a la manzana y me reconoce por el tipo de jersey que hemos convenido que llevaría. Conversamos en Café Atergo.

Se pactan pautas y roles y modos de adiestrar el ver, oír, oler, gustar y tocar. La prelación se corresponde a ese orden.

La comunicación se mantiene exclusivamente por correo, por ahora.

Veerle vive con su marido y dos niñas en Prior, zona del extrarradio de la Ciudad. Trabajaba como administrativa en una empresa de obsequios singulares. Quedó sin trabajo.

Biblioteca municipal de Prior. Sección “Otros saberes”. En el 3º anaquel empezando por arriba, y en este, en el 5º volumen contando por la izquierda, está  Magias prácticas de Herminio Orezo (signatura: O/GA/ MAG). En la página 51 hay instrucciones para ti.

Un beso

M.M.

He tenido dificultades, durante todo el día, para utilizar solo la mano derecha, pero me ha encantado.

Gracias, Señor.

V.

Atmósfera lirico-fantasmal que me complace y no le disgusta.

Sin noticias durante tres días –problemas familiares y domésticos–, al cabo de los cuales petición de disculpas, y deseos de un grato domingo lluvioso.

Normas: sin interferir su vida cotidiana, estar presente en ella. En público, no nos conocemos. Cuando advierta mi presencia debe poner las manos en la espalda.

Café Atergo. En una de las estanterías elijo un libro: Apólogos morales de Istolacio Antonio Valvasor. En su página 51 dejo una tarjeta postal con nuevas instrucciones.

He cumplimentado el “menú inverso” que Usted me pedía: he comenzado con un trozo de chocolate y un pequeño pastel, luego he tomado un huevo frito con algo de pescado; he terminado con un consomé muy caliente.

Gracias, Señor.

Un beso.

Veerle.

Tiene dolor de muelas y una de las niñas, fiebre. Se disculpa por tardar en responder. Pronto irá al dentista.

Biblioteca municipal de Prior. En la página 51 de Magias prácticas de Herminio  Orezo (signatura: O/NA/ MAG) una propuesta formal de variante de ruleta rusa:

Adjunto este número de lotería. Si sale premiado, no hay la relación; si no, proseguimos con esta perfectiva intimidad.

Juegas con ventaja.

Bofetada y beso.

M.M.

Sencilla felicidad filoespiritista (expresión extravagante pero ajustada) al recibir una conmovedora respuesta de Veerle.

Juega a la citada ruleta rusa; en casa, a montaña marital. Su marido le propone una separación. El asunto luego se calma.

Biblioteca de Prior. Instrucción para que a las 11:15 h. vaya a la estanteria donde está Magias pràcticas. A las 11:15h en punto ya hojea de pie el libro de Narezo. A una indicación sale de la sala de lectura y asciende por una escalera que lleva a los servicios. Hago que se detenga. La miro. Irresponsablemente atractiva. Le doy dos bofetadas.

–Gracias, Señor.

–Permanece inmóvil durante un minuto.

–Así se hará. 

[...]