Botonera

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16.10.12

BI(T)BLIOGRAFÍA: "JOSEP MARIA FORN. L'AVENTURA DEL CINEMA", Comas, Ángel, Valls: Cossetània, 2012

COORDINADOR: AGUSTÍN RUBIO ALCOVER




COMAS, Ángel, Josep Maria Forn. L'Aventura del cinema, Valls: Cossetània, 2012.

POR AGUSTÍN RUBIO ALCOVER
Universitat Jaume I (Castellón)



Es lo más llamativo, de entrada, y seguramente también lo más revelador: que, habiéndose publicado hace apenas un lustro una incisiva monografía de Àngel Quintana en la colección del Institut Català de les Indústries Culturals (Josep Maria Forn: indústria i identitat. Barcelona: Pòrtic, 2007), lustro en el que, a mayor abundamiento, el interesado no ha abandonado su retiro, aparezca ya una segunda aproximación global: Ángel Comas, un autor “no afiliado” a la universidad, pero muy avezado tanto en cine catalán como estadounidense, con extensos estudios sobre Ignacio F. Iquino, Miguel Iglesias Bonns o Joan Bosch, se ha aprestado con entusiasmo a la tarea de recorrer de la mano del propio Forn su vida y, sobre todo, sus películas.



El resultado difiere del de Quintana, más ponderado: el principal soporte son los testimonios en primera persona, entrecomillados, de un Forn que escribe personalmente sendos textos sobre sus primeros años, con tendencia a la anécdota y tono nostálgico, y las palabras finales. En sus relatos y sus apreciaciones acerca de las personalidades con quienes se cruzó, y de las empresas y organismos de que formó parte o que contribuyó a poner en pie, radica, en opinión de este reseñista, lo más valioso de esta historia subjetiva del cine catalán.

La fórmula que adopta Comas es clásica: consiste en el repaso, por orden cronológico, de una trayectoria tan dilatada como compleja, con sucesivas paradas para comentar sus obras, y los proyectos barajados entre medias (con una serie de huecos que se agradece mucho a Comas que haya rellenado, pero la solución, “en indio”, a base de guiones, resulta un poco inelegante); y es que, no en vano, Forn colaboró a lo largo de más de cincuenta años con el citado Iquino y Julio Coll en Emisora Films, los hermanos Balcázar, Fernán Gómez, Rovira-Beleta, Alejandro Casona, Mario Lacruz… “Maratoniano” y “camaleónico” son dos epítetos que, ciertamente, no desmerecen de la personalidad de alguien que hizo en el ámbito de los géneros de consumo La vida privada de Fulano de Tal (1960) y José María (1963, sobre el bandolero El Tempranillo), alcanzó su cenit en el ámbito de la autoría comprometida pero popular con La piel quemada (1967), y acabó entronizado como el patriarca oficial del cine catalán de la Generalitat recién restaurada (tras La ciutat cremada de Antoni Ribas, 1976, en la que estuvo en calidad de productor, Companys, procés a Catalunya, de 1979)… y del segundo autonomismo, bajo la égida del Tripartit PSC-ERC-IC/EV (El coronel Macià, de 2006); y a quien hasta se le quedó en el tintero un proyecto sobre Tirant Lo Blanch.

Es en relación a la fase que ejemplifica este film al que vale la pena resaltar el aspecto más discutible de la operación en su conjunto: la rendida admiración y la axiomática complicidad cuyos principios jamás se cuestionan y cuyas razones se consignan con toda prolijidad, lastran la mordiente crítica de Comas, cuyos análisis oscilan entre el aplauso incondicional y la palmada en la espalda. También por eso los ejercicios de equilibrismo para discutir lo delicado de que un film como El coronel Macià, que se corresponde punto por punto con la estrategia soberanista de la entonces recién encumbrada Esquerra Republicana de Catalunya (se trata de una biografía de su fundador), ampliamente financiada con dinero público; y, en cambio, la rotundidad con que se tilda a quienes, desde la otra trinchera, hostigaban a su principal impulsor de “enemigos de Cataluña”, denotan un esquema que, cuanto menos, peca de partidario.

Pero, al fin y al cabo, se trata de un mal consustancial al formato de un libro testimonial, entre el homenaje y la autobiografía, que, como contrapartida, y tal y como suele suceder en estos casos, obsequia al lector con una iconografía, procedente de archivos personales y de las productoras que a lo largo de la carrera de Forn han sido, merecedora del calificativo de exuberante. Ello, sumado al cuidado de la edición, gracias a la calidad del papel (del bueno), las tintas (en color), etcétera, da como resultado un volumen muy atractivo que, en su edición venal, se acompaña de un DVD con materiales inéditos y una selección representativa de fragmentos de la obra fílmica de Forn.


El coronel Macià, Josep Maria Forn