Botonera

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24.11.16

III. "CUADERNO DEL PAISAJE. MATERIALES PARA UN ENSAYO CINEMATOGRÁFICO SOBRE LA GUERRILLA REPUBLICANA ASTURIANA", RAMÓN LLUÍS BANDE, Shangrila, 2016.




Equí y n'otru tiempu, Ramón Lluís Bande, 2014



NOTAS DE DIARIO

17/11/15

Hoy fumaba a la puerta de la productora cuando se me acercó un vecino. Me preguntó cómo iba “la película de la guerrilla”. Después de presentarse, se llama Mario Fernández Cuetos, y hablar un poco de la película, me comentó que la sesión fotográfica de Constantino Suárez que abre “Equí y n’otru tiempu” estaba realizada en su casa familiar, que la gente que se veía en las fotografías con los guerrilleros eran su familia: sus abuelos, sus tíos y tías, su madre... Me comentó que su madre, Virginia Cuetos Suárez, Uca, y una de sus tías, María Luisa Cuetos Suárez, Xina, todavía estaban vivas. La tía vive en Argentina, la madre en una residencia en Llangréu. También me habló de la existencia de un Cuaderno del monte de los Caxigales. Aunque no sabía donde estaba físicamente, tenía su contenido transcrito y que me lo podía hacer llegar si me interesaba…


01/02/16

“Las huellas que Robert Walser dejó en su vida fueron tan leves que casi desaparecieron”. No sé por qué recordé el arranque de “El paseante solitario”, el retrato que W. G. Sebald escribió de Robert Walser, cuando mi mujer y yo fuimos a ver a Uca a la residencia. No la conocíamos, pero queríamos conocerla, queríamos hablar con ella de (su) pasado. Quizás para poder ir cerrando un círculo, quizás para ir abriendo otro. Antes de ese encuentro lo único que conocíamos de ella era una serie de fotografías de hace setenta y cinco años en la que aparecía de niña junto a la familia y unos amigos. Unas fotografías extrañas, unas fotografías que no deberían existir, pero que existen y que sigo mirando ahora, mientras escribo. Las fotografías están realizadas en los años cuarenta en un monte de la cuenca minera. Son de Constantino Suárez. Ella posa, relajada y festiva, con la familia: los hermanos, las hermanas y el padre. Con ellos estaba un grupo de guerrilleros: los hermanos Caxigal: Manolo y Aurelio, Casimiro y Manolín el de Llorío.



 Robert Walser - W.G. Sebald


En la visita le entregamos una copia de las fotografías. Ella, en un primer momento, recordó los nombres de todos los protagonistas de la imagen. Después quedó en silencio, un tiempo largo, algunos minutos, como si la fotografía fuera un espejo que la llamaba. Y ese momento, el silencio habitable que generó, la vista precaria clavada en esa llamada del pasado que se vuelve presente, generó un espacio de misterio y emoción tan poderoso que todavía hoy, días después de la visita, no he conseguido salir de su efecto. ¿Qué le pasó por la cabeza en ese cruce de tiempos? Es una pregunta que nunca voy a ser capaz a contestar, pero tengo la sensación de que en ese momento mi mujer y yo participamos de uno de los misterios del universo.


17/03/16

Una noticia trágica, en cierta manera una conmoción. Hoy, mientras mi mujer y yo desayunábamos en un bar del barrio, Mario se acercó a nuestra mesa y nos dijo que Uca había muerto hace unos días, una semana. También nos comentó que desde la visita que le habíamos hecho a la residencia casi no había vuelto a hablar.


0/03/16

Georges Didi-Huberman


“Sucede incluso que las palabras más sombrías no sean las palabras de la desaparición absoluta, sino las de una supervivencia pese a todo cuando fueron escritas desde el fondo del infierno”, pienso en esta reflexión de Georges Didi-Huberman mientras leo y releo la colección de poemas de Manolo y Aurelio Caxigal. Palabras-luciérnaga, las llamaría Didi-Huberman. Palabras-luciérnaga, como las de los diarios del ghetto de Varsovia y de las crónicas de su insurrección; palabras-luciérnaga como las de los manuscritos de los miembros del Sonderkommando escondidos bajo las cenizas de Auschwitz “que brillan col deseo soberano del narrador, del que va a contar, a dar testimonio, más allá de su propia muerte”. Palabras-luciérnaga que Benjamin reconoció como la sanción última de todo relato, de todo testimonio de experiencia, a saber, “la autoridad del moribundo”. Palabras-luciérnaga de los guerrilleros asturianos en el monte.





Ramón Lluís Bande