Botonera

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4.10.19

V. "EL LUGAR ERA EL DESIERTO. ACERCA DE PIER PAOLO PASOLINI", Alberto Ruiz de Samaniego, Shangrila 2019




Pero el lugar era el desierto
Apuntes sobre Teorema de Pasolini



© Miguel Borrego



“Estoy ‘bloqueado’, querido Don Giovanni, de una manera que solo la Gracia podría romper. Mi voluntad y la de los demás son impotentes”. (1) Pier Paolo Pasolini escribe esta confidencia en una carta a un cura amigo de Asís el 27 de diciembre de 1964. Esta idea de la Gracia como lo único que puede hacer saltar un bloqueo absoluto bien podría ser el germen de la trama de Teorema (1968). 

1. Pier Paolo Pasolini, Pasiones heréticas. Correspondencia 1940-1975, Buenos Aires: El cuenco de plata, 2005. 

Quién sabe…Una cuestión de colapso personal funcionaría entonces metonímicamente para dar cuenta de una situación comparable en otro organismo de mucha mayor escala: el cuerpo social. En cualquier caso, nos sirve para comprobar que, como sucede muy a menudo, en Pasolini encontramos una suerte de retroalimentación entre los acontecimientos de la más estricta intimidad y los de la historia común, exterior. Incluso él mismo recalcó muchas veces que sus planteamientos ideológicos nacían casi siempre de sus experiencias vitales. En este caso, todo comienza con una crisis de salud, grave, para él dramática, que el poeta pondrá en comunicación con un conflicto de índole social y nacional, si no planetaria, la ya famosa mutación antropológica a la que él mismo hizo referencia en bastantes momentos; las transformaciones que están produciéndose en los años ‘60, en todos los ámbitos: lenguaje, cultura, trabajo, sexualidad, indumentaria, política, nación, etc., que tendrán su punto de ardor culminante precisamente a lo largo de ese año de 1968. Pasolini, desde luego, no permanecerá ajeno a ellas.

Teorema surge, pues, como un absceso: la revelación de un trauma que, en estado larval, necesita expresión. En el caso personal del director italiano, se trata de una respuesta orgánica, la de un cuerpo que se cree morir. Reacción, de entrada, la más íntima. Por eso, en principio, y según testimonió el propio poeta, la historia que cuenta Teorema fue imaginada como una pieza de poesía, más concretamente como teatro de cámara en verso y, luego de abandonar este primer estado –quedan en la novela vestigios de este carácter poemático, precisamente en los momentos en los que se produce la revelación del secreto interno que cada personaje incubaba–, pasó a ser retomada en prosa con vistas a un mayor despliegue estructural en la forma de un filme. Pero todo, a fin de cuentas, sale del cuerpo: la puesta en escena cinematográfica funcionaría como si de un gran fresco “pintado con la mano izquierda” se tratase, en comparación con la escritura narrativa, destilación con la mano derecha de figuras –o incluso de miniaturas, Pasolini llega a hablar de su libro como de un códice– “sobre un fondo de pan de oro”. (2)  [...]

2. P. P. Pasolini, “Teorema. Come leggere nel modo giusto questo libro”, O. C., Saggi sulla letteratura e sull’arte, tomo II, ed. Walter Siti y Silvia De Laude, Milán: Mondadori, 1999, p.2505. También citado por Hervé Joubert-Laurencin, Pasolini. Portrait du poète en cinéaste, París: Cahiers du cinéma, 1995, p.188.