LA HUELLA DE LAS ESTRELLAS
Carmen Pinedo Herrero
William Kurelek, Home on the Range (1967), Art Gallery of Ontario
[...] En una carta a Felice Bauer, Kafka se define a sí mismo como “habitante de los sótanos”. Ese sería su sueño, instalarse con su “material de escribir y una lámpara, en el espacio más interior de un sótano amplio y cerrado”. Tal vez la nieve, fuera, haga más interior el “espacio más interior” del anhelado sótano.
Allí se escucharían los pequeños ruidos de lo subterráneo.
[...] Aquí estamos. Lienzo, horizonte, llanura, pueblo, tejados, cumbres, dilatados paisajes que emblanquecen con un solo giro de muñeca. Los extensos mundos sobre los que la nieve se precipita se hallan contenidos en una bola de cristal, una bola de nieve.
Tan grande, lo creemos, tan pequeño.
Cae la nieve, la bola también cae y, al hacerse añicos contra el suelo, los universos se fragmentan, distorsionan, multiplican: la imagen se quiebra, la palabra.
“Si ya no cae nieve de las nubes, que siga nevando dentro de mí’, escribe Handke.
Allí se escucharían los pequeños ruidos de lo subterráneo.
[...] Aquí estamos. Lienzo, horizonte, llanura, pueblo, tejados, cumbres, dilatados paisajes que emblanquecen con un solo giro de muñeca. Los extensos mundos sobre los que la nieve se precipita se hallan contenidos en una bola de cristal, una bola de nieve.
Tan grande, lo creemos, tan pequeño.
Cae la nieve, la bola también cae y, al hacerse añicos contra el suelo, los universos se fragmentan, distorsionan, multiplican: la imagen se quiebra, la palabra.
“Si ya no cae nieve de las nubes, que siga nevando dentro de mí’, escribe Handke.
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