ARQUEOLOGÍAS. CONSTRUIR
LAS HISTORIAS DEL VIDEOJUEGO
Fran Pinel Cabello
Pensar en una una genealogía de los medios plantea una problemática de base: nos lleva a trazar líneas hacia atrás para construir preguntas y significados que, desde un punto de vista ontológico, refieren a concepciones y conocimientos previos en relación a un fenómeno. Pero, aunque una revisión genealógica dibuje trazos de influencia o similitud entre puntos interconectados en la historia, resulta insuficiente para construir relaciones complejas que permitan diseccionar y trazar vínculos en la forma en que se constituye y evoluciona un objeto de estudio en relación a sus referentes. Jussi Parikka (2012) entiende que, desde la perspectiva de la arqueología, la cultura entorno a los medios se construye como una serie de capas sedimentadas que definen una materialidad y una temporalidad susceptibles de ser reinterpretadas y redescubiertas continuamente desde diferentes miradas. La arqueología nos refiere a un proceso de excavación, una exploración en las interconexiones establecidas en un medio a lo largo de su evolución temporal. No solo en la consideración de sus particularidades, sino también en la vinculación con otros formatos, medios, tecnologías, teorías y modos de representación. Se abre a un modelo de conexiones rizomático, de trazos que configuran una cartografía sobre los medios que dibuja la complejidad del objeto, y se abre a romper la continuidad de un trazado para permitir que otras líneas conceptuales hagan emerger nuevas capas de sedimento, nuevos trazos superpuestos sobre el mapa.
Desde esta multiplicidad de interconexiones posibles, la reconstrucción de la historia se abre a la complejidad de las relaciones establecidas desde un punto de vista microestructural de los medios y su evolución histórica. Este capítulo pretende abrir la puerta hacia una reflexión sobre las microhistorias del videojuego desde una perspectiva arqueológica.
Observar la historia desde los game studies
En su multidimensionalidad como medio, los videojuegos se abren a una pluralidad de perspectivas de análisis desde los game studies. Podemos estudiarlos como medio audiovisual, desde la adaptación y usos de lenguajes propios de otros medios, como el cine, hasta la configuración de puntos de vista, encuadres o perspectivas que conectan con una visión del jugador como “editor” de la acción y el movimiento de la cámara. Una mirada al aspecto narrativo del videojuego permite profundizar en el valor de la interacción como potencial constructor de historias con un determinado margen de ruptura o alternativas frente a estructuras lineales. La misma naturaleza interactiva del medio activa discursos en torno a las mecánicas y dinámicas de juego, y la construcción de mundos ludoficcionales remite a planteamientos que apuntan a la cosmicidad de los mismos, su diseño artístico, o su grado de coherencia interna en relación a la forma en que sus diferentes sistemas se interrelacionan. Pero esto son solo puntos de vista orientados desde el carácter técnico y artístico de los videojuegos. El paratexto en torno a los productos, los fenómenos de comunidad, las cuestiones de ética asociadas a temáticas y mecánicas, los modelos de negocio, o la propia significación del medio desde una perspectiva semiótica, son solo algunos de los ámbitos desde los que los videojuegos pueden ser observados. En consecuencia, estos también son espacios desde los que la historia puede ser construida para crear conexiones y establecer discursos [...]
Desde esta multiplicidad de interconexiones posibles, la reconstrucción de la historia se abre a la complejidad de las relaciones establecidas desde un punto de vista microestructural de los medios y su evolución histórica. Este capítulo pretende abrir la puerta hacia una reflexión sobre las microhistorias del videojuego desde una perspectiva arqueológica.
Observar la historia desde los game studies
En su multidimensionalidad como medio, los videojuegos se abren a una pluralidad de perspectivas de análisis desde los game studies. Podemos estudiarlos como medio audiovisual, desde la adaptación y usos de lenguajes propios de otros medios, como el cine, hasta la configuración de puntos de vista, encuadres o perspectivas que conectan con una visión del jugador como “editor” de la acción y el movimiento de la cámara. Una mirada al aspecto narrativo del videojuego permite profundizar en el valor de la interacción como potencial constructor de historias con un determinado margen de ruptura o alternativas frente a estructuras lineales. La misma naturaleza interactiva del medio activa discursos en torno a las mecánicas y dinámicas de juego, y la construcción de mundos ludoficcionales remite a planteamientos que apuntan a la cosmicidad de los mismos, su diseño artístico, o su grado de coherencia interna en relación a la forma en que sus diferentes sistemas se interrelacionan. Pero esto son solo puntos de vista orientados desde el carácter técnico y artístico de los videojuegos. El paratexto en torno a los productos, los fenómenos de comunidad, las cuestiones de ética asociadas a temáticas y mecánicas, los modelos de negocio, o la propia significación del medio desde una perspectiva semiótica, son solo algunos de los ámbitos desde los que los videojuegos pueden ser observados. En consecuencia, estos también son espacios desde los que la historia puede ser construida para crear conexiones y establecer discursos [...]
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