Botonera

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27.3.21

y XII. "SAGITARIO FILMS. ORO NAZI PARA EL CINE ESPAÑOL", Santiago Aguilar, Valencia: Shangrila 2021




Más allá de Sagitario Films


Ha desaparecido un pasajero (Alejandro Perla, 1953)



Probablemente a consecuencia de la marcha de los Bernhardt, Peláez ha diversificado aún más sus actividades. Aunque la prensa especializada no se muestra demasiado explícita, la noticia de que está empeñado en la reflotación de Roptence al trasladar a los estudios de Príncipe de Vergara parte del rodaje de La canción de la Malibrán, es objeto de toda clase de elogios:

Esto supone haber realizado no solamente un acto comercial, sino haber librado a innumerables obreros y técnicos de aquella empresa de una situación apurada, aunque provisionalmente, ya que todos disfrutan de los beneficios que reporta la presencia de la nueva entidad en los Estudios Roptence. [...] Gracias a su hábil gestión y decidida actitud en beneficio del cine español, salieron de su ostracismo para laborar en el séptimo arte de una manera eficiente y segura, que es precisamente lo que estaba haciendo falta. (284)

284. SARTO, Juan del, “Don Santiago Peláez Suárez y su labor como Consejero-Secretario de Sagitario Films, S.A.”, en RadioCinema, nº 177, mayo de 1951.

Al fin y al cabo, Roptence ha sido la sede estable de las coproducciones hispano-lusas de Ediciones Cinematográficas Faro, en un intento análogo de integración vertical al que Bernhardt ha emprendido con productora, estudios, distribuidora y sección de doblaje.

Cuando Sagitario Films abandona Cinearte, se quedan con el estudio varios profesionales ligados a la productora del centauro, como el apoderado Santiago Peláez, el director Antonio del Amo y Pedro García Leoz, el hijo del compositor recientemente fallecido. Luis Escobar –el ex-agente RIYKI– fue su consejero delegado. (285) El estudio cede su marca para acoger la producción de Fantasía andaluza (José H. Gan, 1953), cortometraje humorístico-musical de producción raquítica protagonizado por el cantante Emilio el Moro.

285. HERNÁNDEZ, Javier, “Cinearte, el superviviente”, en GARCÍA DE DUEÑAS, Jesús y GOROSTIZA, Jorge (eds.), Los estudios cinematográficos españoles. Cuadernos de la Academia, nº 10, Madrid: Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 2001, pp.119-130.

Más ambiciosa resulta Ha desaparecido un pasajero, una producción de Cinearte promovida desde los propios estudios, en la que, una vez más, Arturo Marcos se arroga el papel de promotor y principal inversor. Lo cierto es que Santiago Peláez Suárez figura en los títulos de crédito como productor asociado junto a Arturo Marcos, en tanto que el argumento original queda acreditado a Manuel Suárez Peláez –coguionista con Santiago Peláez de El vértigo del crimen (Pascual Cervera, 1970)–, lo que, una vez más, nos induce a pensar en un proyecto endogámico. Como en este último caso, la carrera cinematográfica de Santiago Peláez en los años cincuenta y sesenta estará vinculada a Argos Films, en muchas de cuyas producciones ejercerá de director general de producción. Esta productora se pone en marcha en 1956 como plataforma para los proyectos de Antonio del Amo, con quien Peláez comparte la gerencia, en tanto que el cargo de apoderado recae de nuevo en Pedro María García Leoz. La coincidencia en puestos clave de Argos Films de antiguos empleados de Sagitario Films ha llevado a Riambau y Torreiro a establecer una suerte de filiación entre ambas. (286) El fracaso comercial de El sol sale todos los días (Antonio del Amo, 1956) empuja a Del Amo a embarcarse en la serie de películas protagonizadas por Joselito y coproducidas con Cesáreo González. Peláez es también el presidente de la primera junta de la cooperativa Copercines en 1957, en la figuran como vocales Luis Escobar y Jerónimo Mihura y en cuyo consejo de vigilancia –un órgano probablemente preceptivo en estas iniciativas cooperativistas– estaba Antonio del Amo. En 1963 Eduardo Manzanos se hace con la presidencia de la compañía y con ella se lanza a la coproducción destajista de westerns y cintas de otros filones populares en esos años. A finales de la década Peláez aparece acreditado como guionista en varios títulos. Fuera ya del mundo del cine, ejerce tareas diplomáticas en Marruecos entre 1976 y 1979. (287) [...]

286. RIAMBAU, Esteve y TORREIRO, Casimiro, Productores en el cine español: Estado, dependencias y mercado, Madrid: Cátedra / Filmoteca Española, 2008, p.844.

287. RIAMBAU, Esteve y TORREIRO, Casimiro, op.cit., p.613.




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