Botonera

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6.3.23

VI. "AL HILO DEL ORIGEN. CRÍTICAS, RESEÑAS, PRÓLOGOS... Y OTROS TEXTOS", Manuel Vidal Estévez, Valencia: Shangrila, 2023




CINE CONTRA ESPECTÁCULO
SEGUIDO DE TÉCNICA E IDEOLOGÍA
[Fragmento inicial]




 
En el mes de octubre de 1969, con un texto titulado “Cinéma/Ideología/Crítica”, firmado por Jean-Louis Comolli y Jean Narboni, ambos redactores-jefe, la revista Cahiers du Cinéma radicaliza sus posiciones políticas. En una palabra: se izquierdiza.

No fueron pocos los factores que coadyuvaron a este viraje radical. Mencionaremos solo algunos. Los acontecimientos de mayo-68 habían quedado definitivamente atrás. Y con ellos el que fuera su emblema en el mundo del cine: los llamados Estados Generales. En enero de 1969 había irrumpido en el panorama cinematográfico el primer número de una nueva revista: Cinéthique. La iniciativa de su fundación la impulsó el cineasta Marcel Hanoun, quien, descontento con el tratamiento que los Cahiers du Cinéma otorgaban a sus películas, buscó el apoyo de jóvenes críticos, muy particularmente Gérard Leblanc y Jean-Paul Fargier. Pero estos no querían ni por asomo que Cinéthique se pareciera a una revista de cine al uso; no eran en absoluto partidarios de una publicación en papel satinado, con fotos, críticas de actualidad, textos de información cinefílica, filmografías y cosas por el estilo. Nada de eso. Lo que ellos querían era una revista para la reflexión política sobre el cine adscrita de hoz y coz al marxismo-leninismo. Y así la concibieron y editaron. Ninguno de los dos contaba con experiencia cinematográfica alguna. Gérard Leblanc estudiaba ciencias jurídicas. Y Jean-Paul Fargier hacía poco que se había trasladado a París para estudiar teología. Sin embargo, su pasión por el cine los condujo a ambos a publicar sus primeras críticas en revistas como Telé-Cine o Tribune Socialiste. Los dos compartían asimismo un enorme interés por la política, también el gusto estético por las experiencias cinematográficas más radicales y vanguardistas. Y, en la estela de Guy Debord, se posicionaron, sin titubeos contra el espectáculo. Todo ello hizo que Marcel Hanoum, pese a su inicial apoyo, abandonase la revista una vez publicado el primer número. Sus diferencias no fueron óbice, empero, para que dejase de estar entre los cineastas preferidos por la revista, apenas unos pocos: Jean-Luc Godard, Phillippe Garrel, Jean-Daniel Pollet y Jean-Pierre Lajournade. Muy pronto Cinéthique es percibida como la más clara y contundente adversaria de Cahiers du Cinéma, muy capaz, sin duda, de disputarle la hegemonía. Para evitarlo, Cahiers du Cinéma se ve obligada a asumir un compromiso político más nítido, ferviente y ofensivo. Es lo que sucede en octubre de 1969 con el texto más arriba citado.

A su vez, los miembros de la revista Tel Quel habían creado su GET (Grupo de Estudios Teóricos), y en otoño de 1968 publicaron un manifiesto colectivo bajo el título Theorie d´ensemble (Teoría de conjunto). De este modo vió la luz un conjunto de ensayos que no era ni mucho menos una antología de los mejores textos publicados hasta entonces por la revista, sino una recopilación de contribuciones cuya lectura permitía comprender la línea teórica adoptada por la revista. Un conjunto de textos, pues, claramente significativos. Sus autores: Michel Foucault, Roland Barthes, Jacques Derrida, Phillippe Sollers, Marcelin Pleynet, Jean-Louis Baudry, Jean-Joseph Goux, Julia Kristeva, Jean Thibaudeau, Jacqueline Risset, Jean Ricardou. Las pretensiones del proyecto las explicitó Phillippe Sollers en pocas palabras y con no escaso énfasis: “Lo que proponemos respecto a la literatura quiere ser tan subversivo como la crítica hecha por Marx a la economía clásica”. No hace falta decir que los dos referentes más importantes para todos ellos eran el psicoanalista Jacques Lacan y el filósofo Louis Althusser, ambos en pleno apogeo de su influencia sobre el mundo intelectual parisino. 

Hasta entonces, Cahiers du Cinéma, se había dejado seducir por el “teoricismo” de los redactores de Tel Quel. Desde que abandonara en 1965 el discurso impresionista para adoptar las herramientas teóricas propiciadas por el estructuralismo, y más concretamente por el psicoanálisis lacaniano y el marxismo althusseriano, había convertido a Tel Quel en su publicación de referencia, que, junto con otras, como Communications y Critique, le servía de modelo para pensar el cine de una nueva manera. Este ascendiente de Tel Quel hace que las dos revistas se aproximen. Aproximación que se materializa en intercambios concretos. Por ejemplo, en 1966, Cahiers du Cinéma consagra un número especial a los “problemas del relato cinematográfico y novelesco”, en el que colaboran algunos de los redactores de Tel Quel. Y en febrero de 1967, con motivo de su estreno en París, dedican especial atención a Méditerranée, la película que Jean-Daniel Pollet realizara en 1963, con guion de Philippe Sollers, el mandarín de Tel Quel. Y, por último, cabe decir que también Cahiers du Cinéma, siguiendo la estela de Tel Quel, se aproxima en esos años al Partido Comunista Francés.

Pero en torno a 1970, la moda de la GRCP (Gran Revolución Cultural Proletaria) emergente en China desde 1967 está en pleno apogeo. Y no tarda en provocar la ruptura de la alianza hasta entonces vigente entre los miembros de la redacción de Tel Quel y el Partido Comunista. La prohibición de la venta en la fiesta de L´Humanité, el periódico del partido, del libro De la Chine, de María Antonietta Macciochi, junto con la prohibición de la novela Éden, Éden, Éden, de Pierre Guyotat, que no cuenta con el apoyo del partido pese a pertenecer a él desde tiempo atrás, provocan que Tel Quel rompa definitivamente con el partido comunista y, no sin problemas internos, opte por el maoísmo.

En otoño de 1971 se hace pública esta ruptura. En el número 47, consagrado a Roland Barthes, Tel Quel publica un texto titulado “Posiciones del Movimiento de Junio del 71”, cuyas últimas palabras son: ¡A bas le dogmatisme, l´empirisme!, ¡l´opportunisme, le révisionisme! ¡Vive la véritable avant-garde Vive la pensée-maotsétoung! (¡Abajo el dogmatismo, el empirismo, el oportunismo, el revisionismo¡ ¡Viva la verdadera vanguardia¡ ¡Viva el pensamiento maotsétung¡). Muy poco antes, en diciembre de 1970, Cahiers du Cinéma, Cinéthique y Tel Quel habían formado un frente común y elaborado un manifiesto titulado “contra la izquierda bienpensante”, cuya publicación se hizo en el número 44 de Tel Quel Este manifiesto no tardará en manifestarse en la crítica cinematográfica como un radical desapego, sino más bien abierto rechazo, a la llamada “ficción de izquierdas”, considerada la expresión cinematográfica de la susodicha izquierda. 

En este contexto, esbozado aquí de manera somera, es en el que Jean-Louis Comolli publica entre mayo-junio de 1971 (número 229) y diciembre de 1971 -enero-febrero de 1972 (número especial 234-235), una serie de artículos con el título Técnica e ideología [...]


Fragmento inicial de la reseña del libro: COMOLLI, Jean-Louis, Cine contra espectáculo. Técnica e ideología (1971-1972), Buenos Aires: Manantial, 2011, publicada en la revista Secuencias, número 33,
correspondiente al primer semestre de 2011.





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