Botonera

--------------------------------------------------------------

7.3.14

VII. "JUGAR CON LA MEMORIA. EL CINE PORTUGUÉS EN EL SIGLO XXI", Revista "A Quarta Parede" (Coordinación: Horacio Múñoz Fernández / Iván Villarmea Álvarez), The Searchers libros 2, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2014.





Sangue do Meu Sangue, João Canijo, 2011



El cine portugués ha sufrido en las dos últimas décadas varias alteraciones importantes. Su estructura política y económica ha sido, en ese sentido, afectada por un conjunto de reformas que son el resultado de movimientos internacionales similares. Esos cambios, en los que no nos detendremos, han provocado a su vez una serie de modificaciones evidentes en los temas y estilos del cine portugués, cuya tradición vivió una importante ruptura en los años noventa a través de una nueva generación de realizadores particularmente interesados en los nuevos desafíos del mundo contemporáneo: nuevas formas de urbanismo, cuestiones de género, nuevos problemas sociales, inmigración, etc. La forma en la que el cine portugués se ha aproximado a un cierto realismo cotidiano ha sido, sin duda, su novedad más relevante. Esta dinámica ha sido consecuencia de una transformación estructural de la sociedad portuguesa, que ha visto alterados sus códigos económicos, sociales y culturales.

João Canijo es un nombre decisivo de esta nueva generación de cineastas que comenzaron a filmar al final de los años ochenta, (...)

Trabajar sobre cuestiones de identidad implica siempre adentrarse en un dominio minado por problemas epistemológicos. Reducir una sociedad heterogénea a una categoría única puede ser, en ese sentido, un paso en falso en dirección a la esencialización. Esa problemática ya ha sido debatida ampliamente dentro del campo de los estudios culturales, el área en la que se pretende encuadrar este texto. Uno de sus teóricos más relevantes, Stuart Hall, considera el concepto de identidad como una formación híbrida del sujeto: en vez de hablar de “identidad”, él propone en cambio el término de “identificación”, es decir, algo que está siempre en proceso, fruto de una contingencia de varios factores. Para este autor, “la identidad se convierte en una ̒celebración móvil̕: formada y transformada continuamente en relación con las formas que nos representan o interpelan en los sistemas culturales que nos rodean”. La identidad cultural, por lo tanto, asume los mismos presupuestos y funciona en nuestro contexto como algo construido dentro de lo que el sujeto se posiciona. Surge de una memoria y narrativa histórica, y como tal asume la forma de discursos culturales: Hall afirma que “una cultura nacional es un discurso –un modo de construir sentidos que influencia y organiza tanto nuestras acciones como la concepción que tenemos de nosotros mismos”.

Estamos entrando, en cierta manera, en el dominio de la “comunidad imaginada” propuesta por Benedict Anderson, esto es, una comunidad en donde sus miembros “nunca conocerán a sus compatriotas, nunca se encontrarán o sabrán de ellos, pero en cada uno de sus espíritus vive la imagen de su comunión”. En nuestro caso, queremos aplicar un análisis deconstructivo del imaginario portugués, o aquello que Eduardo Lourenço definió como “el momento de la vida de un pueblo que aparece como paradójicamente inalterable”, para darle sentido al concepto de identidad, siguiendo también la formulación propuesta por Homi K. Bhabha: “Las naciones, como las narrativas, pierden su origen en los mitos forjados por el tiempo y solo concretan su horizonte en ojos del imaginario”. En todo caso, sabemos que el mundo contemporáneo está atravesando una crisis generalizada de identidad, y será en el interior de estas tensiones en donde se desarrolle nuestro trabajo. (...)



Fragmentos de
IDENTIDAD Y VIOLENCIA EN EL CINE DE JOAO CANIJO
Por Daniel Ribas



JUGAR CON LA MEMORIA
EL CINE PORTUGUÉS EN EL SIGLO XXI

A CUARTA PAREDE

(Coordinación: Horacio Múñoz Fernández / Iván Villarmea Álvarez)



The Searchers libros 2
17x24cm. - 236 páginas
ISBN: 978-84-941753-4-3
PVP: 18.00 euros