Botonera

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1.6.18

VII. "JOHN CASSAVETES. INTERIOR NOCHE", José Francisco Montero (coord.), Shangrila 2018




John Cassavetes.
Representaciones: ficciones y simulacros
Ángel Santos Touza


Así habla el amor


[...] La que podríamos denominar como una comedia de las apariencias anti-hollywood, Así habla el amor (Minnie and Moskowitz, 1972) se centra en la improbable relación sentimental que se establece entre dos personalidades opuestas. Si el amor acaba por imponerse es gracias a la generosidad desplegada por Cassavetes y sus actores para dotar de profundidad a los personajes, revelando el humanismo que el cineasta y su elenco lograban conferir en sus creaciones. En un interesante eco metacinematográfico, la película se detiene en mostrar la afición que tanto Minnie como Moskowitz comparten por el cine de la época dorada de Hollywood, incluyendo en el desarrollo de la acción imágenes extraídas de El halcón maltés (The Maltese Falcon, John Huston, 1941) y Casablanca (Michael Curtiz, 1942), que permite establecer un vínculo entre los personajes –unidos por el cine– antes de que se hayan encontrado en la propia narración. Este eficaz juego de representación dentro de la representación sitúa ya en el centro del relato la idea del amor como construcción, como ficción de la que todos somos actores.

En la icónica figura que representa Humphrey Bogart, Moskowitz encuentra un sistema de valores y un modelo de conducta que traslada a su cotidianidad. Su comportamiento, algo trasnochado e impulsivo, escapa de toda norma social.  Por su parte, Minnie hará, al inicio de la película, una decisiva reflexión crítica sobre el romanticismo en el cine y los valores que este inculca en el subconsciente de los espectadores. Más allá de entrar a considerar si esta reflexión pudiera ser extrapolable o no al pensamiento del propio Cassavetes, es interesante ver cómo sirve para ahondar en  la idea de la representación como uno de los aspectos fundamentales de una película en la que todos los gestos y situaciones devienen excesivos, desproporcionados y a la postre de una arrebatada honestidad. En otro interesante recurso –presente también en otros de sus filmes–, Minnie trata de ocultarse durante buena parte del metraje tras unas gafas de sol, negándose a ver lo que el mundo le ofrece. Será Moskowitz (encarnación del amor no idealizado) quien la desenmascare y la obligue a enfrentarse a sus propios prejuicios [...]