En La alameda del fin del mundo...
Miguel Borrego, Cimetero Monumentale di Milano, fotografía digital, 2018
Ann Coleman Ladd, Soldado francés cuya cara fue mutilada en la Primera Guerra Mundial, con una máscara hecha en el estudio de la Cruz Roja Americana, fotografía sin fecha
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Máscara fúnebre de Filippo Bruneleschi, sin fecha
“El moleur delante de cuya tienda paso todos los días ha colgado dos mascarillas ante su puerta. […] Rostro que sabe. Ese duro nudo de los sentidos, tensos hasta romperse. Esta implacable condensación de una música que sin cesar quería escapar. El rostro de aquel a quien Dios cerró el oído para que no tuviera ningún sonido fuera de los suyos; para que no se descarriase por la turbación efímera de los ruidos. Él, que contenía su claridad y su duración; para que solo los sentidos no aptos para atrapar el sonido conduzcan el mundo hacia él, sin ruido”.
R.M. Rilke, Los Cuadernos de Malte Laurids Brigge
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