Botonera

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26.3.21

VIII. "SAGITARIO FILMS. ORO NAZI PARA EL CINE ESPAÑOL", Santiago Aguilar, Valencia: Shangrila 2021




Nuevos horizontes


Un hombre va por el camino (Manuel Mur Oti, 1949)



Unas semanas después del estreno de Alas de juventud, Alice Wiedenbrüg, la hermana de Ellen, casada con aquel Oskar Wilmer al que conocimos como comerciante en Tetuán a principios de los treinta, expone sus esculturas en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid. Un busto del matador Manolete de grandes proporciones merece el elogio de José Camón Aznar (153) y Manuel Sánchez-Camargo escribe que su obra es “la buena meditación de una norma centroeuropea aplicada con una vibración latina”. (154) A buen seguro no faltaron al vernissage los Bernhardt. Incluso, es probable que el No-Do 372-A, en el que hay un reportaje en el que la artista aparece trabajando en su taller, sirviera de preámbulo a la proyección de Un hombre va por el camino, estrenada por esas mismas fechas.

153. CAMÓN AZNAR, José, “Arte y artistas: Revista de exposiciones en Madrid”, en ABC, 9 de diciembre de 1949, p.21.
154. SÁNCHEZ-CAMARGO, “Exposiciones en siete días”, en Hoja del Lunes, 12 de diciembre de 1949, p.2.

En Denia, los Bernhardt celebran cada año el aniversario del alzamiento militar con una paella para todos los empleados de la casa, invitados y vecinos. A Ellen no le duelen prendas en bailar con los subalternos, según recuerdan algunos.

Cuando el señor de la casa salía brevemente en su limosina descapotable, de la que no había otra en Dénia, no solo los niños propios, sino también los del vecindario tenían lugar. Los vecinos nunca tomaban a “Juan” Bernhardt, como le llamaban, como uno de estos distantes, rígidos diplomáticos y aristócratas, que durante los años de la Guerra Mundial entraban y salían de la casa de Bernhardt en Dénia. (155)

155. WEBER, Holger, “Dénia, refugio del hombre del Führer en España”, en Levante, 5 de noviembre de 2006: <https://www.levante-emv.com/media/documentos/2006-11-12_DOC_2006-11-05_22_42_45_endomint.pdf> [consulta: 30 de noviembre de 2019].

Sin duda, son unos excelentes anfitriones. En junio de 1950 reciben en su casa de la Colonia Metropolitana a los asistentes al II Certamen Cinematográfico Hispanoamericano; el primero ha tenido lugar dos años antes y ha servido de pistoletazo de salida a las coproducciones y a la libre circulación de profesionales entre España, México y Argentina. El principal beneficiado de esta política panhispánica es el productor vigués Cesáreo González, que celebra un banquete por todo lo alto para los participantes. Pero los vínculos de los Bernhardt con Argentina convierten su convocatoria en algo más cercano:

Hicieron los honores a los invitados los señores de Bernhardt y sus hijos, sirviéndose una cena fría después de la cual se proyectaron secuencias de las películas de dicha firma, La fiesta sigue y Un hombre va por el camino, y el famoso ballet de Las zapatillas rojas, que constituye la nota más destacada de la actualidad cinematográfica en Madrid. (156)

156. “Fiesta de Europa-Sagitario Films”, en RadioCinema, nº 169, junio de 1950.

Un año antes, Manuel Ruiz firma en nombre de la rama de distribución de Sagitario Films un acuerdo con Jaime Prades, como representante en España de Argentina Sono Films, para distribuir sus películas en América del Sur. Los primeros títulos incluidos en este acuerdo son Cuatro mujeres y La fiesta sigue. (157) Asegura Pérez Perucha que una de las prioridades de Sagitario Films era el “mercado hispanoamericano, en donde Mur Oti poseía contactos” (158) y precisamente la siguiente producción de la compañía va a servir para que este tome la alternativa como director. (159) Le acompaña en esta aventura el operador Manuel Berenguer, que hace valer sus conocimientos técnicos –ya hemos hablado de su formación alemana, así que no resulta extraña su vinculación con Sagitario Films– y solicita a la productora un tipo distinto de película para rodar los exteriores:

Había muchos exteriores de noche y para hacer la noche americana encargamos a América una emulsión de infrarrojos. Antes del rodaje tuvimos que hacer pruebas de todas clases y nos encontramos con sorpresas. Por ejemplo, las boinas nos salían blancas porque el pigmento de las boinas no era negro, sino rojizo. Pero al final la calidad de los exteriores nocturnos llamó la atención. (160)

158. PÉREZ PERUCHA, Julio, “Sagitario Films”, en BORAU, José Luis (ed.), Diccionario del cine español, Madrid: Alianza Editorial / Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 1998, p.782.

159. MARÍAS, Miguel, Manuel Mur Oti, las raíces del drama, Lisboa: Cinemateca Portuguesa, 1992, p.225.

160. LLINÁS, Francisco, Directores de fotografía del cine español, Madrid: Filmoteca Española, 1989, pp.188-189.

Los cuatro títulos que firma durante la primera etapa productiva de Sagitario Films, la que se cierra precisamente con la salida de Mur Oti, convierten a Berenguer en el principal artífice del estilo visual de la productora.

Un hombre va por el camino supone el triunfo del paisaje sobre la dramaturgia. Los diálogos están preñados de literatura, los personajes son falsos en sus actitudes, las interpretaciones adolecen de ingenuidad en muchos momentos y el tercer acto resulta impostado. Toda la fuerza de la película reside entonces en el modo en que Mur Oti deja que el paisaje en el que se insertan los personajes sirva de motor a la historia. Monteoscuro, el terreno agreste en el que Julia (Ana Mariscal) quiere realizar el sueño de su difunto marido; las eras castellanas en las que Luis (Fernando Nogueras) decide olvidar su vagabundeo y volver junto a Julia para recoger la cosecha; el pueblo en el que las beatas enlutadas les dan de lado o el camino que Luis deberá hacer por la noche para salvar la vida de la hija de Julia (Pacita de Landa) y el que los hombres del pueblo harán para vengarse de él... [...]





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